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24 septiembre 2018 1 24 /09 /septiembre /2018 00:15
  1. Dios es nuestro Padre y Creador: Is.63:16; 64:8; Mt.6:9; Lc.12:32.
  2. Él merece nuestra honra como sus hijos: Mal.1:6.
  3. Dios es un Padre Compasivo y misericordioso: Sal.103:13.
  4. Pero también es Santo y Justo y gobierna con justicia: Sal.11:7; 89:14.
  5. Su justicia condena el pecado y lo castiga, por ello Dios, como nuestro Padre, ejerce disciplina sobre sus hijos: Jb.5:17; Pr.3:11-12; Hb.12:5-11; 2ªSam.7:14; 1ªCo.11:30-32; Jer.30:11.
  6. Dios delega su autoridad para cada ser humano, en sus padres terrenales, los cuales deben ser honrados: respetados y reconocidos como la primera autoridad establecida por Dios para cada hombre y mujer, hechos a la imagen de Dios: Ex.20:12; Dt.5:16; Lv.20:9; Dt.21:18-21.
  7. Los padres rendirán cuentas a Dios por la vida, la formación moral y espiritual de sus hijos: Mt.25:14-30; Hb.13:17.
  8. Los padres tienen la autoridad y la obligación delante de Dios, de disciplinar a sus hijos. (Ef.6:4).
  9. Para lo cual pueden tomar y seguir el modelo del padre perfecto: Dios. (Ef.5:1).

 

INSTRUCCIONES PARA LA DISCIPLINA:

  1. Las manos que acarician, jamás deben golpear a sus hijos, use la varita santa.
  • No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Sehol. Pr.23:13-14.
  • La vara y la corrección dan sabiduría, mas el muchacho consentido avergonzará a su madre… Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma. Pr.29:15,17.
  • La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él. Pr.22:15.
  • Los azotes que hieren son medicina para el malo, y el castigo purifica el corazón. Pr.20:30.
  • La reprensión aprovecha al entendido, más que cien azotes al necio. Pr.17:10.
  • El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para la espalda del necio. Pr.26:3.
  • Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad. Pr.27:22.
  • Preparados están juicios para los escarnecedores, y azotes para las espaldas de los necios. Pr.19:29.
  • Los labios del necio traen contienda; y su boca los azotes llama. La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma. Pr.18.6-7.
  • En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de cordura. Pr.10.13.
  1. Jamás corregir llevado por la ira: “Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.  Stg. 1:20.
  • Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo. Pr.19:18.
  •  “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” Stg.1:19. La justicia primero escucha, luego habla y después actúa, castigar no es maltratar y lastimar, vaciando un corazón lleno de ira, resentimiento, odio o venganza. Sólo terminará hiriendo el corazón de sus hijos, no restaurando.
  • Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Pr.27:5.
  • Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Pr.22:6.
  • El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. Pr.13:24.
  1. Jamás humille o avergüence a sus hijos, no use palabras degradantes, denigrantes, de desprecio, rechazo o discriminación, muéstrele el propósito y el valor de la disciplina. Mt.5:21-26; 1ªJn.3:14-15.
  2. Cumpla todas sus promesas, y también sus amenazas. Mt.5:37; Stg.5:12.
  3. Recuerde que Dios es misericordioso con usted: Sal.103:8-13.
  4. Recuerde que todos somos pecadores, y usted también fue joven, y sobre todo si su testimonio (Gál.6:1; 1ªCo.10:12) y su ejemplo, le da la autoridad para corregir (1ªTi.4:12; Tit.2:7).
  5. Jamás debe delegar la disciplina, si usted vio la falta o fue el primero en conocerla, usted debe corregirla, jamás diga: ahora le digo a tu papá (o mamá), pues lo verán como su verdugo y enemigo. Usted debe corregir.
  6. Los padres deben ponerse de acuerdo en la disciplina y formación de sus hijos: Am.3:3; Mt.18:19.

CONSEJOS PARA LOS HIJOS.

  • El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre. Pr.10:1.
  • El hijo sabio alegra al padre, mas el hombre necio menosprecia a su madre. Pr.15:20.
  • El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura a la que lo dio a luz. Pr.17:25.
  • El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra; y el padre del necio no se alegrará. Pr.17:21.
  • Dolor es para su padre el hijo necio, y gotera continua las contiendas de la mujer. Pr.19:13.
  • Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Pr.23.22.
  • El hijo sabio recibe el consejo del padre; mas el burlador no escucha las reprensiones. Pr.13:1.
  • El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. Pr.15.5.
  • Al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa. Pr.20.20.

Tomado de la Biblia RV60.

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6 septiembre 2018 4 06 /09 /septiembre /2018 23:56

DIOS, el Creador del universo y del ser humano, le otorgó el don maravilloso del disfrute sexual, pero bajo cuatro principios fundamentales:

 

1. SÓLO DENTRO DEL MATRIMONIO.

 

  • “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”. Hebreos.13:4.
  • “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;  no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”. 1ªTesalonisences 4:3-5.

 

2. ÚNICAMENTE ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER:

 

  • “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…” Génesis 1:27-28.
  • “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Gn.2:22-24. (Mt.19:4-6).

 

DIOS PROHIBE LA HOMOSEXUALIDAD Y LA ZOOFILIA O BESTIALISMO.

  • No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión”. Lev.18:22-23.
  • “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia. Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos”. Lev.20:13,15.

 

3. JAMÁS ENTRE PARIENTES CERCANOS.

  • “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová”. Lv.18:6.
  • Jamás con: tu padre o tu madre, padres políticos, hermanos o medios hermanos, hijos, tíos, nuera o yerno, cuñados, sobrinos, hijos o nietos políticos, una mujer junto a su madre (Lv.18:1-20; 20:10-21); ni suegros (Deut.27:20-23).

 

4. SIEMPRE DENTRO DEL USO NATURAL DEL DISEÑO DE DIOS.

  • “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el USO NATURAL por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío”. Romanos.1:26-27.
  • “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”.Jud.1:7.
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16 abril 2014 3 16 /04 /abril /2014 16:54

La Resurrección de Jesús no ocurrió un Domingo

¿Estuvo Jesús en el sepulcro tres días y tres noches como Él mismo lo predijo en Mateo 12:40? ¿Se pueden contar tres días y tres noches entre el "Viernes Santo" y el "Domingo de Resurrección"?

Estados Unidos | Lunes 17 de Abril, 2006 | Por Patricio | 

¿Estuvo Jesús en el sepulcro tres días y tres noches como Él mismo lo predijo en Mateo 12:40? ¿Se pueden contar tres días y tres noches entre el “Viernes Santo” y el “Domingo de Resurrección”? Es casi universalmente aceptado que Jesucristo fue crucificado un VIERNES y que resucitó de entre los muertos el Domingo de Resurrección a la salida del sol.

Parecería que a nadie se le ha ocurrido poner en tela de juicio la tradición del “Viernes Santo” y del “Domingo de Resurrección” ni a comprobar su veracidad. Sin embargo, la Biblia dice que debemos examinarlo todo. Usted quedará sorprendido al ver esta prueba.

 

La PRUEBA se halla en una sola autoridad confiable, en una sola fuente histórica: la Biblia.

La Tradición no es una Prueba.- No hubo testigos oculares de la resurrección. Ni siquiera los llamados “padres apostólicos” tuvieron más fuente de información que los documentos que están a nuestra disposición hoy. Por consiguiente, cualquier tradición debe ser descartada.

¿Cuáles son los hechos? Los incrédulos fariseos le pedían a Jesús que les diera una señal, una prueba sobrenatural de su mesiazgo. Jesús contestó: “La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra TRES DÍAS Y TRES NOCHES.” (Mateo 12:38-40).

¡Ahora consideremos la tremenda importancia y el preponderante significado de tan singular declaración! Jesús indicó con toda franqueza que la única señal que daría para probar que era el Mesías sería su permanencia de TRES DÍAS Y TRES NOCHES en el sepulcro, en “el corazón de la tierra.”

El Significado de la Señal.- Estos fariseos, quienes se negaban a reconocer a Cristo como el Mesías, exigían una prueba. Jesús les ofreció sólo una y ella no era el hecho de la resurrección en sí sino la DURACIÓN del tiempo que Él habría de permanecer en el sepulcro antes de ser resucitado.

¡Reflexionemos en lo que esto significa! Jesús basó su derecho de ser nuestro Salvador en la promesa de permanecer exactamente TRES DÍAS Y TRES NOCHES en el sepulcro. Si Él estuvo exactamente tres días y tres noches en la tumba, entonces es el Salvador, mas si dejó de cumplir su señal ¡debe ser rechazado como impostor!

El Dilema de la Alta Crítica.- Esta, la única prueba sobrenatural dada por Jesús para confirmar su mesiazgo, ha incomodado mucho a los comentaristas y a los altos críticos. Sus esfuerzos para descartar esta única prueba de la divinidad de Cristo son ridículos en extremo, pues si no se deshacen de ella ¡sus tradiciones de “Viernes Santo” y “Domingo de Resurrección” se derrumban!

Un comentarista dice: “Por supuesto, sabemos que Jesús estuvo en el sepulcro solamente la mitad del tiempo que esperaba estar.” Algunos expositores nos embaucan hasta hacernos creer que “en la lengua griega, en que el Nuevo Testamento fue escrito, la expresión ‘tres días y tres noches’ indica tres PERÍODOS, ya sean del día o de la noche.”

Jesús, nos dicen ellos, fue puesto en la tumba poco antes de la puesta del sol el viernes y resucitó al amanecer el domingo, al cabo de un día y dos noches.

La Definición Bíblica.- Pero la definición que da la Santa Biblia con respecto a la duración de “los días y las noches” es muy sencilla. Aun estos mismos críticos reconocen que en hebreo, lengua en que el libro de Jonás fue escrito, la expresión “tres días y tres noches” quiere decir un período de 72 horas, es decir, tres días de 12 horas y tres noches de 12 horas.

Leamos Jonás 1:17: “Estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.” Ese, según reconocen los mismos críticos, fue un período de 72 horas. Y Jesús dijo claramente que como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, ¡así Él estaría en el sepulcro el mismo espacio de tiempo!

Como Jonás estuvo en el “sepulcro” durante 72 horas, después de las cuales fue vomitado o “resucitado” sobrenaturalmente por Dios para venir a ser el “salvador” de los habitantes de Nínive al proclamarles la advertencia divina, de la misma manera, ¡Jesús permaneció 72 horas en el sepulcro y luego fue resucitado por Dios para ser el Salvador del mundo!

¿Sabía Jesús cuánto tiempo había en un “día” y en una “noche”? Veamos: “Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él” (Juan 11:9-10).

Ahora notemos la definición bíblica de la expresión “AL TERCER DÍA.” Un texto tras otro nos dice que Jesús resucitó al TERCER DÍA. Veamos cómo la Biblia define este período. En Génesis 1:4 y 5 leemos: “Separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde (oscuridad) y la mañana (luz) un día (EL PRIMER DÍA)…y fue la tarde (oscuridad) y la mañana (luz) EL DÍA SEGUNDO…y fue la tarde (ahora tres períodos de oscuridad llamados noche, tres noches) y la mañana (ahora tres períodos de luz llamados día, tres días) EL DÍA TERCERO.” (Génesis 1:4-13).

Aquí tenemos la única definición de la Biblia que explica y suma la cantidad de tiempo implicada en la expresión “el día tercero”. Incluye tres períodos de luz y tres períodos de oscuridad; en otras palabras, tres días y tres noches y Jesús dijo que cada período comprendía 12 horas, lo cual hace un total de 72 horas.

¡Este es un argumento concluyente! Cualquier niño de siete años, acercándose al final del segundo año escolar, podría calcularlo fácilmente.

¿Dónde Está la Equivocación? ¿Qué hay de erróneo en estas palabras claras y simples de Jesús? ¿Cómo sabe la alta crítica, sabia y prudente, que Jesús fue crucificado el “Viernes Santo” y que volvió a la vida el “Domingo de Resurrección?” La realidad es que NO LO SABE—PORQUE NO ES LA VERDAD. No es más que tradición—una tradición que se nos ha enseñado desde la niñez y que hemos aceptado como cierta, en Marcos 7:13 Jesús nos advierte que no invalidemos la Palabra de Dios con nuestra TRADICIÓN.

Hemos examinado dos testimonios bíblicos, en los libros de Mateo y Jonás, y ambos determinan que la duración del tiempo que el cuerpo de Jesús permaneció en la tumba fue de tres días y tres noches, lo que las Escrituras definen claramente como 72 horas. Ahora, pasemos a analizar otros cuatro testimonios bíblicos que prueban lo mismo.

Observemos lo que dice Marcos 8:31:
“Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar DESPUÉS de tres días.”

Hasta un niño del segundo grado escolar puede calcular esto. Si Jesús hubiera muerto un viernes y resucitado después de un día, la resurrección habría ocurrido el sábado por la tarde, y si después de dos días, ésta habría acontecido la tarde del domingo, y si después de tres días, la tarde del lunes.

Examinemos este texto cuidadosamente. No podemos, por ningún proceso de aritmética, sumar nada menos que un total de 72 horas—tres días y tres noches—en una resurrección que ocurrió tres días después de la crucifixión. Si Jesús permaneció en el sepulcro solamente desde el viernes a la puesta del sol hasta el domingo por la mañana, se nos presentan dos posibilidades: o este texto debe ser eliminado de la Biblia, ¡o bien tenemos que rechazar a Jesucristo como nuestro Salvador! Si Él resucitó DESPUÉS DE TRES DÍAS, pudieron haber pasado más de 72 horas, pero ni un segundo menos.

Ahora leamos
Marcos 9:31: “…le matarán; pero DESPUÉS de muerto, resucitará al TERCER DÍA.” La duración aquí expresada tiene que ser entre 48 y 72 horas. Podría ser un segundo más de las 48 y aún así Jesús resucitaría al TERCER DÍA; pero si sobrepasa las 72 horas ya sería el cuarto día. Si el período se extendiera sólo desde el viernes a la puesta del sol hasta el domingo a la salida del sol, entonces consistiría de 36 horas solamente, llevándonos a la mitad del segundo día posterior a la crucifixión.

En Mateo 27:63 Jesús dijo: “DESPUÉS DE TRES DÍAS resucitaré.” Esto no tiene otra interpretación posible que 72 horas completas. En Juan 2:19-21 leemos: “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo y EN tres días lo levantaré…Mas Él hablaba del templo de su cuerpo.” Para ser levantado en tres días después de ser destruido, o crucificado y enterrado, tendría que ser resucitado precisamente en 72 horas.

Si aceptamos todo el testimonio de la Biblia tenemos que llegar a la conclusión de que Jesús estuvo exactamente tres días y tres noches—tres días completos de 24 horas cada uno—o sea, 72 horas en el sepulcro. De otra manera, la única prueba sobrenatural que Él dio tiene que ser rechazada.

¿A Qué Hora del Día Ocurrió la Resurrección? Ahora notemos cuidadosamente lo siguiente: Para que fueran tres días y tres noches—72 horas—los de su permanencia en el sepulcro, su resurrección tuvo que haber ocurrido tres días más tarde exactamente a la MISMA HORA que su cuerpo fue colocado en la tumba.

Es menester que comprendamos este importantísimo hecho. ¡Si podemos saber la hora en que fue sepultado, sabremos también la hora de la resurrección! Si el entierro, por ejemplo, hubiera ocurrido a la salida del sol, a fin de que el cuerpo quedara tres días y tres noches en la tumba la resurrección hubiera tenido que ocurrir también a la salida del sol tres días después. Si el sepelio fue al mediodía, la resurrección ocurrió al mediodía. Si el sepelio fue a la puesta del sol, la resurrección ocurrió tres días más tarde al ponerse el sol.

Jesús clamó a gran voz en la cruz poco después de “la hora novena”, que corresponde a las tres de la tarde (Mateo 27:46-50; Marcos 15:34-37; Lucas 23:44-46). El día de la crucifixión fue llamado de “preparación” o un día antes del sábado (Mateo 27:62; Marcos 15:42; Lucas 23:54; Juan 19:31). Ese día terminó a la puesta del sol según el cálculo bíblico (Levítico 23:32).

Jesús fue enterrado antes de que ese día terminara: antes de la puesta del sol (Mateo 27:57; Lucas 23:52-54). Juan añade: “Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús” (Juan 19:42). De acuerdo con las leyes observadas por los judíos, todos los cadáveres tenían que ser sepultados antes de que comenzara un sábado o alguna otra fiesta solemne. Por eso Jesús fue enterrado antes del ocaso el mismo día que murió y, como ya leímos, su muerte había ocurrido poco después de las tres de la tarde

Por lo tanto, notemos cuidadosamente, ¡el cuerpo de Cristo fue enterrado a una hora avanzada de la tarde! Fue entre las tres pasado meridiano y la puesta del sol, como lo prueban las escrituras. Y puesto que la RESURRECCIÓN había de ocurrir tres días más tarde a la MISMA HORA, la resurrección de Cristo ocurrió, no a la salida del sol sino EN LA TARDE, poco antes del ocaso. Sorprendente como parezca, ¡ésta es la VERDAD PURA DE LA BIBLIA!

Si Jesús resucitó a cualquier otra hora, entonces no permaneció tres días y tres noches en el sepulcro. Si resucitó a cualquier otra hora, dejó de cumplir la única señal que comprobara que Él era el Mesías, Hijo del Dios vivo. En otras palabras, o resucitó al final del día tercero, cerca de la puesta del sol, ¡o no fue el Mesías! La prueba de su mesiazgo dependía del fiel cumplimiento de esa señal.

Así pues, una tradición que por tanto tiempo ha sido estimada como auténtica, debe ser rechazada. Alabemos a Dios por SU VERDAD la cual ha sido preservada a través de los siglos, para que la luz verdadera ahora brille, si nuestros corazones y mentes están todavía dispuestos a recibirla. ¡Alabemos Su nombre! ¿Ama usted la VERDAD que nos es revelada, o ama a las tradiciones que ha oído? “El que menosprecia el precepto perecerá por ello” Digamos con David, ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!”

¿En qué día ocurrió la resurrección? Ahora bien, ¿cuál DÍA DE LA SEMANA fue el de la resurrección? Las primeras investigadoras, María Magdalena y sus compañeras, vinieron al sepulcro muy temprano el primer día de la semana (el domingo), siendo todavía oscuro. Llegaron al alba cuando el sol comenzaba a rayar (Marcos 16:2; Lucas 24:1; Juan 20:1).

Estos son los textos que, según supone la mayoría de la gente, indican que la resurrección tuvo lugar el domingo por la mañana, a la salida del sol. Sin embargo, ¡no dicen tal cosa! ¡Cuando las mujeres llegaron la tumba ya estaba ABIERTA! A esa hora de la mañana del domingo, estando aún oscuro, ¡JESÚS NO ESTABA ALLÍ! Notemos que el ángel dice: “No está aquí, pues ha resucitado! (Mateo 28:5′6; Marcos 16:6; Lucas 24:6; Juan 20:1-2).

Cuando llegó la alborada aquel domingo, ¡Jesús ya había resucitado! ¡Por supuesto! Se levantó de la tumba LA TARDE ANTERIOR cerca de la puesta del sol. Como sabemos que la resurrección tuvo lugar poco antes de aquella mañana del domingo, y que ocurrió en las horas postreras, casi al anochecer de ese día, sabemos entonces que LA RESURRECCIÓN DE CRISTO OCURRIÓ EL SÁBADO POR LA TARDE, ya bien entrada la tarde.

El sábado terminó a la puesta del sol. Era ya tarde aquel día, poco antes del principio del primer día de la semana. ¡No fue, entonces, una resurrección dominical sino sabática!

¿Cumplió Cristo su propia señal? Todo esto está basado en la suposición de que Jesús hizo realidad la única SEÑAL que había ofrecido: la de permanecer tres días y tres noches en la tumba. Nuestro argumento está fundado en las predicciones que Cristo hizo antes de su crucifixión. Pero algunos de los altos críticos y teólogos nos dicen que Jesús se equivocó, que estuvo en la tumba solamente LA MITAD del tiempo proyectado. Vamos a comprobar nosotros mismos si en verdad Él permaneció en la tumba exactamente el tiempo que prometió.

Leamos en Mateo 28:6 el testimonio del ÁNGEL DE DIOS, el mismo que ahora presentamos como prueba: “No está aquí, pues ha resucitado, COMO DIJO”. Ciertamente Él no resucitó COMO DIJO si no se levantó a la HORA exacta que había predicho. Así que tenemos la prueba de un ÁNGEL DEL SEÑOR, inscrita en la sagrada PALABRA DE DIOS, de que Jesús hizo efectiva la señal prometida al permanecer tres días y tres noches en “el corazón de la tierra”. ¡Él fue resucitado el sábado por la tarde, no el domingo en la mañana!

Otra prueba de que Cristo estuvo en la tumba exactamente el tiempo que había indicado puede ser hallada en I Corintios 15:3-4: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, CONFORME A LAS ESCRITURAS; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, CONFORME A LAS ESCRITURAS.”

Su muerte y sepultura fueron CONFORME A LAS ESCRITURAS, NO EN OPOSICIÓN A ELLAS. El TERCER DÍA a partir del miércoles en que ocurrió el sepelio fue sábado; los TRES DÍAS COMPLETOS de permanencia en la tumba terminaron el sábado en la tarde poco antes de la puesta del sol, no el domingo por la mañana.

¿En qué día ocurrió la crucifixión? No es difícil ahora determinar el día en el cual Jesús fue crucificado. Contando hacia atrás tres días a partir del sábado cuando Él resucitó, llegamos al miércoles, el cuarto día de la semana.

Jesús fue crucificado un miércoles, o sea, a la mitad de la semana. Murió en la cruz poco después de las tres de la tarde y fue enterrado el mismo día antes de la puesta del sol. Ahora, contemos los tres días y las tres noches. Su cuerpo estuvo en la tumba las noches del miércoles, jueves y viernes: tres noches. También estuvo allí durante las porciones diurnas del jueves, viernes y sábado: tres días. ¡Fue resucitado el sábado ya tarde, poco antes de la puesta del sol, precisamente a la misma hora del día en que fue sepultado!

Es significativo que según la profecía sobre las “setenta semanas” en Daniel 9:24-27 Jesús habría de ser muerto “a la mitad de la semana.” Y en virtud de que en dicha profecía cada día representa un año, la septuagésima semana viene a convertirse realmente en siete años literales. Así, Cristo fue muerto después de tres años y medio de ministerio, siendo significativo también el que le fue quitada la vida ¡A LA MITAD DE UNA SEMANA LITERAL!

¿Cuál sábado siguió a la crucifixión? Ahora llegamos a una objeción que algunos han presentado y, con todo, es precisamente el punto que prueba esta verdad. Tal vez usted haya observado que las Escrituras dicen que el día posterior a la crucifixión fue un sábado. Durante siglos muchas personas han supuesto, sin analizar con cuidado, que la crucifixión tuvo lugar un viernes.

Ya hemos demostrado con los cuatro Evangelios que al día de la crucifixión—miércoles—se le llamó “la preparación.” Era el día de preparación para el sábado. Pero, ¿para cuál sábado? El Evangelio de Juan da la respuesta exacta: “Era la preparación de la PASCUA.” “Pues aquel día de reposo era de GRAN SOLEMNIDAD.” (Juan 19:14, 31).

¿Qué es un día de reposo o sábado “de GRAN SOLEMNIDAD”? Si preguntamos a cualquier judío nos dirá que es uno de los días santos anuales, o sea, un día de fiesta. Cada año los israelitas observaban siete de estos días, los cuales son sábados o días de reposo. Cada uno de los sábados anuales tiene una fecha fija en el calendario sagrado, establecida por Dios. Por cuanto las fechas de estos días santos son fijas según el calendario sagrado, ocurren en diferentes días de la semana y en diferentes fechas según el calendario romano que usamos hoy. Por ejemplo, pueden caer en lunes, jueves, domingo, etc.

Si estudiamos los textos siguientes entenderemos que todos estos días se consideraban sábados o días de reposo: (Levítico 23:24; 16:31; 23:39; 23:15; 23:26-32.) Observemos lo que dice Mateo 26:2: “Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.” Si leemos este capítulo veremos que Cristo fue crucificado en el día de la Pascua.

¿Qué era la PASCUA? Fue el día en que Israel conmemoraba su salida de Egipto. En el capítulo 12 del libro de Éxodo encontramos el relato de la Pascua original. El pueblo de Israel sacrificó los corderos y untó la sangre en los postes de las puertas y en los dinteles de sus casas como una señal; y dondequiera que la sangre fue aplicada de esta manera el ángel de la muerte pasó por alto aquella casa, salvándola de la plaga de mortandad. El día después de la Pascua hubo una convocación santa o sábado anual.

Observemos las fechas:
“Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua del Eterno. Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne” (Números 28:16-17). Los corderos pascuales sacrificados cada año el día 14 del primer mes, llamado “abib”, tipificaban a Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Cristo es NUESTRA PASCUA, sacrificada por nosotros (I Corintios 5:7).

¡JESÚS FUE OFRECIDO EN SACRIFICIO EL MISMO DÍA EN QUE EL CORDERO PASCUAL ERA INMOLADO CADA AÑO! Fue sacrificado el 14 de abib, el primer mes del calendario hebreo. Este día de la Pascua era el anterior o de preparación para la fiesta o gran sábado anual que ocurría el 15 de abib. Este sábado puede caer en cualquier día de la semana; frecuentemente sucede, aún hoy, que es observado en jueves. Este “gran” sábado fue observado un jueves en 1952, 1955, 1959 y 1962.

El calendario de los hebreos muestra que en el año en que Jesús fue crucificado, el 14 de abib, día de la Pascua, fue miércoles y que el sábado anual fue jueves. Era éste el sábado que se acercaba cuando José de Arimatea se apresuró a enterrar el cuerpo de Jesús casi al finalizar aquella tarde del miércoles. ¡Hubo dos sábados diferentes en esa semana, un sábado semanal y un sábado anual!

Respuestas a Objeciones Sinceras.- Hay quienes citan a Marcos 16:9 asegurando que este texto dice que la resurrección ocurrió un domingo; sin embargo, un cuidadoso análisis del versículo revela que no contradice la tesis en este folleto. ¿Cuál era la condición de Jesús temprano en la mañana del primer día de la semana? ¿Dice que “estaba resucitando” o que “había resucitado” de la tumba? No, “habiendo, pues, resucitado Jesús, el primer día de la semana por la mañana apareció primeramente a María Magdalena…”, Él había resucitado, desde luego, había resucitado tarde en la tarde del día anterior, de manera que ya había resucitado el domingo en la mañana. El texto no refuta ni contradice otras escrituras que hemos presentado.

Otro texto que confunde es Lucas 24:21: “…y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.” La frase “que esto ha acontecido” abarca todos los sucesos pertenecientes a la crucifixión, a saber, el arresto de Jesús, la entrega para ser juzgado, la crucifixión misma y finalmente la sepultura en la tumba y la guardia de soldados romanos al día siguiente o jueves. Estudie los versículos 18-20 y también Mateo 27:62-66. Así, al decir “que esto ha acontecido” se incluía también la colocación de la guardia, lo cual ocurrió el jueves. El texto dice que el domingo ciertamente fue el tercer día después del jueves, pero no fue el tercer día desde el viernes, por lo tanto, este texto no puede probar que la crucifixión ocurrió el viernes.

La Prueba Final.- Todavía hay una prueba final que confirma esta asombrosa verdad. Un texto vital que prueba la existencia de dos sábados o días de reposo en aquella semana ha sido oscurecido por casi todas las traducciones de la Biblia. Parece que la traducción al inglés por Ferrar Fenton es una de las pocas que aclaran este punto.

Leamos Mateo 28:1. dice: “Pasado el día de reposo (sábado)…” Fenton, apoyándose en la forma plural de la palabra “sábado” en griego, ofrece la siguiente traducción: “Pasados los SÁBADOS…” La nota marginal de dicha traducción hace la siguiente aclaración: “En el griego original aparece sábados en plural.”

Según Marcos 16:1, después que el sábado hubo pasado María Magdalena y sus acompañantes compraron especias aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús; por lo tanto, no pudieron haber preparado dichas especias antes del citado día. Sin embargo después de prepararlas “descansaron el día del reposo (sábado), conforme al mandamiento” (Lucas 23:56).

Es necesario estudiar estos dos textos con mucho cuidado. Hay solamente una explicación posible: Después del gran sábado anual, o sea, el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, fue jueves. Al día siguiente, es decir, el viernes, estas mujeres compraron y prepararon sus especias y luego descansaron el sábado semanal conforme al mandamiento. (Éxodo 20:8-11).

Una comparación de estos dos textos prueba que hubo dos sábados en aquella semana con un día intermedio. De otra manera estos versículos se contradicen. La PURA VERDAD concerniente a la crucifixión y la resurrección de Cristo está llegando rápidamente al mundo. Miles lo están viendo.

Alabamos a Dios por preservar cuidadosamente la VERDAD ORIGINAL en la Biblia. ¡Qué estudio más maravilloso es SU PALABRA! Toda la verdad no ha sido todavía puesta en la luz. Busquemos y encontremos más y más. Alimentémonos con la PALABRA DE DIOS, para no rechazar la luz verdadera, o Dios nos rechazará a nosotros. Regocijémonos en ella con alabanzas y gracias.
Tony Fontao CHURCH OF GOD IN MIAMI

Agencia Orbita

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2 septiembre 2012 7 02 /09 /septiembre /2012 15:59

¿Alguna vez le han estafado? Si le ha pasado, usted sabe lo que se siente cuando uno lo descubre. Una vez fui estafado con una oferta de trabajo, donde tenía que dar cierta cantidad de dinero para un supuesto viaje, todo fue falso y muchas personas quedamos sin nuestro dinero, y muchos que ya renunciaron a sus empleos, se quedaron sin trabajo.

La sensación de dolor por el engaño y la pérdida es tan impactante y doloroso, que le puede durar años en superarlo. ¿Se imagina usted ser estafado en cuanto a ir al cielo, y desde luego escapar del infierno? Tenga cuidado, mucha gente está siendo estafada por gran cantidad de religiones que le aseguran que si usted cree en sus “doctrinas” y hace sus “buenas obras” y otros actos de sus ritos, costumbres, tradiciones, dogmas, entonces usted irá al cielo.

¡Cuán terrible decepción será para estas personas despertar en el infierno, cuando creían tener ganado el cielo! Desde tan terrible lugar, ya será demasiado tarde el darse cuenta y el lamentarlo, pues ya no habrá esperanza ni manera de escapar.

Por eso es importante que usted esté seguro y tenga la total certeza si en verdad es salvo o aun está condenado y confinado al mismísimo infierno. Recuerde que si usted no es salvo, entonces USTED ESTÁ CONDENADO; porque la Biblia enseña que todos somos pecadores (Ro.3:23), y por lo tanto todos YA ESTAMOS CONDENADOS (Jn.3:18).

 

La única forma de ser salvo es creer en Jesucristo como el Señor y Salvador de nuestras vidas. Cuando usted reconoce que es un pecador y se arrepiente de haber ofendido a un Dios Santo y se rinde ante Él y le entrega completamente su vida, entonces Cristo viene a vivir en su corazón (Ap.3:20, Ef.3:17), y usted es salvo (Jn.3:16; 5:24). Y esto no es religión, es una relación personal con Jesús en el trono de nuestros corazones y una verdadera reconciliación con Dios (Ro.5:1).

 

EVIDENCIAS DE LA SALVACION.

La Biblia nos revela tres evidencias que me garantizan y aseguran completamente que yo soy salvo, que iré al cielo y ya no iré al infierno, y la veremos a continuación:

 

1.      EVIDENCIA DE QUE SOY SALVO: “CRISTO VIVE EN MI CORAZÓN”.

 

2ªCorintios.13:5. “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”.

Según este pasaje, se nos manda a examinarnos y probarnos a nosotros para ver si estamos en la verdadera fe, y así mismo declara que Jesucristo está en nosotros. No tener a Cristo dentro de nosotros es estar reprobado, es decir no ser salvo, por consiguiente estar “condenado”.

Cristo llama al corazón del pecador, si este escucha la voz del Señor y abre la puerta, entonces Cristo promete entrar en él (Ap.3:20), es decir viene a vivir dentro del corazón del creyente (Ef.3:17); esto es posible por medio de la fe en Jesús. Esa decisión de fe permite que Cristo viva dentro de cada creyente (Gal.2:20).

Entonces la única evidencia de que una persona es verdaderamente SALVO, es que Cristo Jesús viva en su corazón por medio de la fe genuina. Fe no en una religión o doctrina, sino en la persona del único Señor y Salvador: Jesucristo.

¿Tiene usted a Cristo dentro de su corazón? ¿Cómo saberlo? Siga leyendo.

 

2.      EVIDENCIA DE QUE CRISTO VIVE EN MÍ: TENGO SU ESPÍRITU.

Romanos 8:9c. “… y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”.

Las Escrituras declaran que cuando una persona cree en Jesucristo, es sellada con el Espíritu Santo de la promesa (Ef.1:13; 2ªCo.1:21-22.  Lc.24:49; Hch.2:33.). El Espíritu Santo sella al creyente, y este sello garantiza, avala y testifica que ahora es salvo y pasa a ser hijo de Dios (Ro.8:16,14; Gal.4:6, 3:26; Jn.1:12).

La evidencia de que Cristo vive en mi corazón y que por lo tanto soy salvo, es que su Espíritu mora en mi corazón: “Y en esto sabemos que el permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado”. 1ªJn.3:24b. Quién tiene el Espíritu Santo morando en su vida, en su corazón, en su cuerpo (1ªCo.6:19; 3:16), entonces puede tener la seguridad de que tiene a Cristo y que ya es salvo. Por el contrario, quien no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo, y tampoco es salvo, ya está condenado.

¿Tiene usted al Espíritu Santo en su corazón? ¿Cómo saberlo? No deje de leer.

3.      EVIDENCIA DE QUE TENGO AL ESPÍRITU SANTO: EL AMOR DE DIOS.

Ro.5:5. “… porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.

Dios en su gran amor nos ha entregado a su Hijo Jesucristo para que seamos salvos por Él (Jn.3:16; Ef.2:4-6; 1ªJn.4:9-10). Cuando el pecador arrepentido le entrega su vida completamente y recibe a Jesucristo en su corazón, entonces recibe la promesa del Padre, al precioso Espíritu Santo, el cual es derramado abundantemente sobre el creyente (Tit.3:4-6), con el cual es bautizado, ungido, renovado y regenerado.

Cuando el Espíritu Santo entra en la vida del creyente, el amor de Dios es derramado abundantemente en el corazón del hijo de Dios. Por eso la evidencia de la presencia del Espíritu Santo en el corazón del creyente es el amor de Dios rebosando en su interior (Jn.4:14; 7:37-39), pues el fruto del Espíritu es “amor” (Gal.5:22).

Todos los seres humanos desarrollan el amor filial (fileo) entre familiares y amigos al interrelacionarse. Dos personas (hombre y mujer) son atraídas físicamente por el amor pasional o erótico (eros). Pero únicamente el Espíritu Santo puede producir el amor sobrenatural, divino y perfecto de Dios (ágape), en el corazón del creyente nacido de nuevo.

El verdadero y genuino hijo de Dios tiene al Espíritu Santo morando en su corazón y por ello tiene la capacidad sobrenatural de amar con el amor de Dios (ágape). Este amor es sobrenatural, perfecto, eterno, incondicional (1ªCo.13:4-8).

 Este amor es abundante y permite amar de una manera sobrenatural incluso a sus enemigos, y aquellos que nos aborrecen. La evidencia de que una persona ha nacido de nuevo es la capacidad de amar a los demás. Quien no tiene el amor de Dios en su corazón no ha nacido de nuevo: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida (nacido de nuevo), en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte”. 1ªJn.3:14.

El pecador muerto en delitos y pecados (Ef.2:1,5; Col.2:13; Ro.5:12; 1ªCo.15:21-22), al entregarle su vida a Cristo y recibirle en su corazón, pasa de muerte a vida al nacer de nuevo (Jn.3:3; 5:24). La evidencia de que ha nacido de nuevo y ha pasado de muerte a vida es el amor de Dios en su corazón, el cual le da la capacidad sobrenatural de amar a su prójimo, incluso a su enemigo, y a los que lo aborrecen y ultrajan (Mt.5:43-45). Solo en el poder del Espíritu Santo es posible amar con el amor de Dios. El amor fileo y eros nacen de la carne (naturaleza caída), y por ello son condicionales, temporales y temperamentales. El amor de Dios no lo produce usted, no necesita esforzarse para sentirlo, este es producido por el Espíritu Santo y desbordará en su interior como un río de agua viva.

Quien no ama con el amor sobrenatural de Dios (ágape), es porque no tiene al Espíritu Santo en su corazón, y por lo tanto no tiene a Cristo ni le pertenece a Él, lo cual también implica que no es salvo y está condenado. Amar con el amor sobrenatural de Dios, es evidencia de que el Espíritu Santo vive en su corazón y por lo tanto tiene y le pertenece a Cristo, esto lo convierte en hijo de Dios al ser salvo de la condenación eterna por el pecado.

 

REFLECCION: 

-          ¿Es usted salvo? Si tiene a Cristo en su corazón, claro que sí.

-          ¿Tiene a Cristo en su corazón? Si el Espíritu Santo habita en usted, por supuesto que sí.

-          ¿Tiene usted al Espíritu Santo en su interior? Si el amor sobrenatural de Dios se desborda en su interior y usted tiene la capacidad sobrenatural de amar. Entonces ni lo dude que sí.

 

Si usted no puede amar con el amor de Dios, entonces usted no tiene la vida eterna, y no es salvo, está condenado, porque usted es un homicida (1ªJn.3:14), y eso según las Escrituras lo convierte en un hijo del diablo (Jn.8:44; 1ªJn.3:8-12).

Quiere ser salvo y experimentar el amor sobrenatural de Dios derramándose abundantemente en su corazón, entonces:

 

-          Reconozca que es un pecador, arrepiéntase de todo corazón, y confiéselo a Dios.

-          Reconozca que Jesucristo es el Señor (Soberano Rey del Universo), pídale que sea su Salvador y entre en su corazón, que le perdone todos sus  pecados y le limpie con su sangre.

-          Entréguele su vida rendida completamente a Él, en sumisión y obediencia, y conviértase radical y absolutamente a su soberanía y señorío sobre su vida.

-          Reciba por la fe su amor, perdón y restauración, y crea que es salvo y libre por la fidelidad de Su Palabra, crea que ahora el vive en su corazón y que su Espíritu mora en su interior.

-          Experimente, disfrute y comparta el amor sobrenatural de Dios rebosando de su interior.

-          Nos vemos en el cielo.

Dios le bendiga.

Pastor Juan Carlos Ulloa.

Iglesia Bautista “Las Acacias”.

Guayaquil – Ecuador.

 

 

 

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13 agosto 2012 1 13 /08 /agosto /2012 20:04

 

SOMOS TEMPLOS VIVIENTES PARA DIOS. (1ª.Corintios 3:16).

                

  1. 1.     COMUNICACIÓN DE ALTA TECNOLOGIA.
  • Desde el principio, el hombre ha desarrollado medios para poder comunicarse y relacionarse tanto con sus seres amados, como con todas las personas. Aparte del don de Dios dado a la humanidad, que es el don de la palabra, el hombre ha desarrollado muchas formas de comunicación, como gestos, muecas, símbolos, señales, la escritura, luego medios más sofisticados para la comunicación con personas a la distancia, como el correo, telégrafo, radio, televisión, y hoy el más utilizado por el hombre, el teléfono, en especial los celulares, que junto a la internet, hoy puede comunicarse con cualquier persona en cualquier lado del planeta, por medio de videoconferencias.
  • Pero toda esa tecnología jamás remplazará a la comunicación que se realiza cuando tenemos a la persona a nuestro lado y podemos mirarle a los ojos, darle un estrechón de mano y un fuerte abrazo, y la alegría y felicidad de tenerlo cerca. En la época que vivieron mis abuelos, cuando mi abuelo iba a la ciudad a trabajar, mi abuela y sus hijos lloraban con gran tristeza la partida de mi abuelo, pues no lo volverían a ver sino después de uno o dos años, y sin forma de comunicarse con él, a veces llegaría solo una carta a los varios meses. Esa carta era producto de gran alegría para la familia. Como han cambiado los tiempos en cuanto a viajar de un lugar a otro, hoy se puede recorrer todo el planeta y regresar en menos de una semana, y por medio del internet o un celular ser puede hablar con los seres amados de cualquier lugar y a cualquier hora.
  1. 2.     DIOS QUIERE COMUNICARSE CON NOSOTROS.
  • Hay alguien en los cielos que desde el principio de la humanidad también quiere comunicarse con nosotros, y el hombre más que nunca también necesita comunicarse con su Creador. Dios quiere relacionarse con todos los hombres y comunicarse con cada uno en particular. Dios nos dio la facultad de la palabra, los idiomas y dialectos no solo para comunicarse unos a otros, sino especialmente para comunicarnos con Él. Vamos a continuación a conocer los medios que el hombre ha utilizado para comunicarse con Dios y como Dios se comunica hoy con toda la humanidad.

 

  1. 3.     MEDIOS DE COMUNICACIÓN DIVINA:
  • Dios crea al hombre para relacionarse con El, en el paraíso el Señor se paseaba al aire del día (Gn.3:8), se manifestaba con su creación, hablaba con él, hasta que por la desobediencia del hombre, la que trajo como consecuencia su caída, esa manifestación y esa relación fue cortada por causa del pecado.
  • EL ALTAR.  Ahora el hombre se relacionaría con Dios por medio de sacrificios expiatorios, los cuales se ofrecían en altares hechos de piedra. La oración de acción de gracias o penitente se hacía frente al altar, el cual representaba estar en la presencia del Dios invisible. El altar sería el medio de comunicación y relación de Dios con el hombre por medio de la oración y adoración.
  • EL TABERNACULO. Dios después del diluvio, llama a un hombre, a su amigo Abraham, del cual nacería el pueblo de Israel. En el Sinaí el Señor se manifiesta a Moisés y al pueblo, les da leyes y ordenanzas, así mismo les instruye en cuanto a construir un Tabernáculo, dentro del cual estaría también un altar. Ahora el Dios invisible se hace visible por medio de la Shekiná: la nube que cubría el tabernáculo representaba la manifestación visible del Dios de Israel (Ex.40:38). El Tabernáculo se convirtió en el lugar de reunión entre Dios y su pueblo escogido.

 

  • EL TEMPLO EN JERUSALEN: En el corazón de David nació el deseo de construir un palacio sagrado para su Dios Soberano y Sublime, deseo que se cristalizaría por medio de su hijo Salomón. El Señor acepta esta casa, a la que llamaría “casa de oración”, donde El estaría siempre atento a la oración de su pueblo y donde en adelante se manifestaría su gloriosa presencia, como lo hacía en el Tabernáculo de reunión; su gloriosa Shekiná se manifestó en el templo que sería su habitación entre los hombres (1ªReyes.8:10-11). Y el altar de bronce ahora estaría dentro del templo o la casa de oración de Dios. El pueblo escogido de Dios se comunicaba y se relacionaba con Dios especialmente en este lugar.
  • DIOS LEVANTA SU TABERNACULO VIVO ENTRE LOS HOMBRES:

“Y aquel Verbo fue hecho carne, -RV60- y fijo (levantó) tabernáculo entre nosotros

–NTI-GRIEGO-” (Jn.1:14). Dios ya no se manifestaría en un altar, tabernáculo o  templo hecho por los hombres, sino que ahora se hace visible en el tabernáculo nacido de una mujer, en la persona de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, el verdadero Dios y la vida eterna(1Jn.5:20). El Señor se manifestó visiblemente a su pueblo elegido y a los gentiles en la persona de Cristo, el tabernáculo vivo levantado por Dios entre los hombres. Dios hecho hombre, semejante a nosotros pero sin pecado. Su pueblo elegido y los gentiles no lo reconocieron (Jn.1:10:11), y destruyeron este templo o tabernáculo, cumpliendo así todas las profecías, y pagando así Jesús con su vidala redención de la humanidad. Pero el Señor se levantaría, y en tres días levantaría el templo que ellos derribaron (Jn.2:19-22). Cristo resucitó de entre los muertos y ascendió a los cielos a la diestra de Dios, pero nos dejó su mensaje, el Evangelio de Salvación que hoy habla a los hombres en todo el mundo del gran amor de Dios por la humanidad.

 

  • EL TEMPLO CAMINANTE Y VIVO EN SU NUEVO CUERPO TERRENAL: LA IGLESIA. Dios quiere seguir relacionándose con su creación, quiere seguir caminando entre los hombres, manifestándose visiblemente entre los que buscan de su amor, de su presencia tierna y solidaria con sus dolencias, sus problemas, sus debilidades. Cristo declara que ya no se adoraría en montes o templos hechos por los hombres, sino en Espíritu y verdad (Jn.4:21-24). Ahora Dios moraría por medio de su Espíritu en el corazón de todo aquel que crea en Aquel que había enviado: Su hijo Jesucristo. Nace un nuevo pueblo: La iglesia, la congregación de los escogidos de Dios, aquellos que creen en Su Amado Hijo Jesucristo y le han permitido morar en sus corazones. Cada creyente se convertiría en templo de Dios (1Co.3:16), donde mora por medio de Su Espíritu Santo (1Co.6:19). Somos edificio de Dios (1Co.3:9), una casa espiritual construida por piedras vivas (1Pedro 2:5), que representa a cada creyente, quienes juntos forman su cuerpo que es la iglesia, a través de la cual el Dios vivo y verdadero se manifiesta, comunica y relaciona visiblemente a la humanidad.

 

  • Por medio de la iglesia Dios  manifiesta a los hombres su gran amor y compasión, su misericordia y bondad, su ternura y solidaridad. La iglesia es ese templo o cuerpo a través del cual Dios mismo se manifiesta visiblemente a la humanidad. Cuando la iglesia ama, sirve, actúa, es Dios mismo manifestándose a cada hombre en este mundo, en todos los tiempos. El hombre ve a Dios en el rostro de aquel creyente que le brinda amor, que le extiende su mano, que se identifica con sus dolencias, sus debilidades, sus problemas, es Dios mismo relacionándose con sus criaturas, sus hijos amados, es el Dios de amor en nosotros rogando al hombre a reconciliarse con El (1Co.5:20).

 

  • UNA RELACION PERSONAL: Dios se relaciona de una manera personal con cada individuo, hoy Dios vive en el corazón de cada verdadero creyente que le ha entregado su vida a Cristo y lo ha reconocido como Señor y Salvador. El Espíritu Santo de Dios habita en el corazón de cada hijo de Dios. El corazón del creyente es ahora el altar, el tabernáculo y el templo donde Dios mora por su Espíritu y se relaciona y comunica con sus hijos. Dios habla a sus hijos y a toda la humanidad por medio de Su Palabra: LAS ESCRITURAS, bajo la iluminación y revelación del Espíritu Santo. El creyente o hijo de Dios y aun todos los hombres pueden hablar con Dios desde su corazón por medio de LA ORACION, y escuchar a Dios en su maravillosa Palabra. Esta es la comunicación de más alta tecnología y la que todo ser humano necesita desarrollar con su Creador.

 

Dios te bendiga, ábrele hoy mismo tu corazón.

 

Pastor. Juan Carlos Ulloa M.  (jcumjesucristo@hotmail.com.

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13 agosto 2012 1 13 /08 /agosto /2012 19:55

EL PELIGRO DE LAS FALSIFICACIONES:

 COMO RECONOCER EL ORIGINAL.

(Mensaje del domingo 22 de julio de 2012.  Iglesia Bautista “Las Acacias”)

 

Falso vs. Original:

 

A los ecuatorianos nos apodan “monos”, porque todo lo  imitamos o copiamos. El problema de las imitaciones es que se convierte en una falsificación. Las personas debemos ser originales, tal como el Gran y Sabio Creador nos diseñó, con dones, talentos, atributos y capacidades. Sé tú mismo, eso te hace original, y no una copia de alguien, que en sí, ya es una falsificación. Las falsificaciones están por todas partes y en todas las cosas. Puedes encontrar, zapatos, computadoras, teléfonos, motos, (sobre todo orientales), que son clones, copias, imitaciones, y por naturaleza falsificaciones de las grandes marcas originales. Lo malo y negativo de estas falsificaciones es su pésima calidad, duración y utilidad.

 

Falsificaciones espirituales:

 

En la vida espiritual, el gobernante de este mundo: Satanás, es el gran imitador de Dios, y el mayor falsificador de las cosas celestiales, divinas y espirituales, Cristo lo llamó “padre de mentira” (Jn.8:44).  El diablo ha creado grandes cantidades de religiones, sectas y doctrinas falsas, que son copias, imitaciones y falsificaciones de la verdadera adoración a Dios y del genuino Evangelio de Salvación. Miles de almas están yendo rumbo al infierno, engañadas por las falsificaciones del diablo, que les promete ir al cielo. Mas sabemos que el único camino al cielo no es una religión, sino una persona: Jesucristo el Señor, el Salvador del mundo.

 

Falsos vs. Genuinos:

 

No solo hay falsificaciones, también hay falsos. Es decir, personas que imitan al verdadero hijo de Dios, nacido del Espíritu Santo y redimido por la sangre de Jesucristo. Falsos que copian la conducta del verdadero creyente, pero son solo una falsificación o imitación, un clon, pero jamás un original hijo de Dios. Nuestro Señor Jesucristo enseñó que en la iglesia habría tanto ovejas (genuinos) como cabras (falsos), trigo (originales) como cizaña (falsificaciones), [Mt.13:24-13; 25:31-33].

 

¿Cómo evitar su mala influencia?

 

Definitivamente el Señor Jesús nos enseñó que tenemos que convivir juntos, tanto las ovejas como las cabras en su rebaño, y el trigo crecer junto a la cizaña en su mies o labrado, hasta el día en que Él venga y separe lo falso de lo original, pues solo Cristo conoce los corazones de los hombres (Ap.2:23; Jn.10:27-28). Los verdaderos hijos de Dios somos llamados a poner nuestra mirada solo en Jesucristo (Hb.12:2), Él es perfecto, nunca falla, y es nuestro único modelo a seguir (1ªPedro.2:21) e imitar (Ef.5:1). Nuestra mirada está también en buscar las cosas celestiales, de arriba, y no en lo terrenal (Col.3:1-2); entonces jamás tropezaremos ni seremos arrastrados por la mala influencia de los falsos creyentes. “… conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. (Jer.15:19).

 

DIFERENTES TIPOS DE FALSOS:

 

Nuestro Gran Maestro y Salvador Jesucristo advirtió a la iglesia que en los últimos tiempos aparecerían varios tipos de falsos, como lo detallaremos a continuación:

 

-          Falsos cristos (Mt.24:24): Que harán muchas señales y prodigios o milagros para engañar a todos haciéndoles creer que son el verdadero Cristo.

 

-          Falsos profetas (Mt.24:11): Se levantarán muchos de estos falsos profetas y engañarán a mucha gente. Jesús los llamó “lobos disfrazados de ovejas” (Mt.7:15). Por lo cual no debemos dejarnos engañar, sino probar los espíritus, si son de Dios (1ªJn.4:1). Últimamente gran cantidad de “siervos de Dios” se hacen llamar profetas, pero su fruto dice todo lo contrario, y ni siquiera disciernen y menos aún denuncian el pecado.

 

-          Falsos apóstoles (2ªCo.11:13). Pablo los llamó “obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo”, y los comparó con Satanás, quien se disfraza como ángel de luz. El Espíritu Santo dice que no son apóstoles y los llama “mentirosos”, como la iglesia que los habían probado (Ap.2:2).

 

Hoy muchos hasta se avergüenzan de que les digan: Pastor, y se hacen llamar “apóstoles”. La nueva Jerusalén que desciende del cielo tiene doce cimientos, “y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero” (Ap.21:14). El Espíritu Santo muestra doce apóstoles del Cordero, entonces, ¿Quiénes son estos apóstoles de fin de siglo, y dónde encajan en el Reino de Cristo?

 

Recuerde que APÓSTOL = “enviado”   y   APÓSTATA = “desviado” o “divorciado”.

 

-          Falsos maestros (2ªPedro.2:15): Estos introducen encubiertamente herejías destructoras y hasta niegan el Señorío de Cristo, llevando con sus falsedades al error y a la destrucción de los ingenuos que no buscan la verdad en Cristo y en su bendita Palabra, sino que tienen comezón de oír lo que más les conviene o satisface sus deseos egoístas y pecaminosos.

 

-          Falsos hermanos (2ªCo.11:26): Pablo describe los peligros que rodeaban su vida y ministerio, y uno de ellos era el peligro de falsos hermanos, quienes se infiltraban o introducían encubiertamente o a escondidas, como espías maliciosos para dañar a la iglesia y causar tropiezo a los hijos de Dios, (Gal.2:4). Estos como su padre el diablo, son los grandes acusadores que calumnian y difaman a los verdaderos hijos de Dios.

 

CUALIDADES DE UN VERDADERO HIJO DE DIOS:

 

El Apóstol Juan, en su primera carta a la iglesia, en su afán de rechazar las falsas doctrinas o herejías y filosofías paganas que los gnósticos habían introducido en la iglesia, refuta sus enseñanzas y prácticas pecaminosas, por medio de está epístola, de donde vamos a analizar tres características o cualidades de un verdadero hijo de Dios.

 

 

 

  1. TRANSPARENCIA: 1ªJn.1:5-6. “Andar en luz”.

 

El apóstol Juan afirma que Dios es luz, y por lo tanto sus hijos también son luz en este mundo (Mt.5:12; Ef.5:8). El apóstol usa dos metáforas para ilustrar entre el verdadero hijo de Dios y el falso, y estás son: Luz y tinieblas.

 

-          Luz significa todo lo transparente, puro, honesto, sincero, genuino, intachable, irreprochable e incorruptible.

 

-          Tinieblas representa lo oscuro, falso, hipócrita, corrupto, sucio y manchado, deshonesto, mentiroso, reprochable, etc.

 

El verdadero hijo de Dios lleva una vida transparente, pura, honesta y genuina, no vive una doble vida (medias tintas) ni oculta nada, y cuando comete un error o peca, no lo tapa ni lo esconde, sino que reconoce su mancha y lo confiesa al Señor (vs. 9-10) y se arrepiente de corazón. Estos falsos cristianos (gnósticos) declaraban ser luz, pero llevaban vidas dobles, llenas de falsedad e hipocresía, tapaban sus pecados con las filosofías de que no existía el pecado o que el cuerpo es malo y el espíritu es bueno y que por lo tanto no importaba si pecaban, y así llevaban vidas corruptas y llenas de impureza.

 

La palabra de Dios nos exhorta a ser transparentes como hijos de luz e hijos del día (1ªTes.5:5-8); a no participar de las obras infructuosas y vergonzosas de las tinieblas, sino más bien reprenderlas (Ef.5:11-12; 2ªCo.6:14:17); a resplandecer como luminares en medio de una generación maligna y perversa (Fil.2:15). Juan declara enfáticamente que quien practica el pecado es del diablo (1ªJn.3:8).

 

2.   OBEDIENCIA A SU PALABRA (Sometimiento y sujeción): 1ªJn.2:3-6. “Obedecer sus mandamientos”.

 

Estos falsos maestros y falsos creyentes afirmaban conocer a Dios, pero enseñaban que ya no es necesario cumplir sus mandamientos. El apóstol Juan refuta esta mentira al declarar que conocer a Dios es guardar (practicar) sus mandamientos, quien no cumple con los mandamientos dados por Dios y dice conocerlo es un mentiroso.

 

El verdadero hijo de Dios reconoce a Jesús como el Señor y Soberano de su vida, y se somete a su voluntad al cumplir sus mandamientos, y al imitar a Cristo (1ªCo.11:1), andar como él anduvo (1ªJn.2:6), seguir sus pisadas (1ªP.2:21), caminando como es digno del Señor (Col.2:10) y de la vocación a la cual fuimos llamados (Ef.4:1), ya no como los paganos que no conocen a Dios (Ef.4:17). La verdadera evidencia de amar a Cristo es cumplir sus mandamientos (Jn.14:15, 21).

 

3.  AMOR HACIA LOS HERMANOS: 1ªJn.2:9-11. “Amar al hermano”.

 

Estos falsos cristianos se jactaban de ser luz y de conocer a Dios, pero odiaban, despreciaban y rechazaban a todos los hermanos que no seguían sus falsas enseñanzas y no se unían a sus conductas licenciosas, libertinas, disolutas y pecaminosas, por lo cual ultrajaban a los verdaderos creyentes (1ª Pedro.4:4).

Juan declara que el que dice que está en luz pero aborrece a su hermano, aun está en tinieblas, las cuales le tienen cegados los ojos y va rumbo a la destrucción. En cambio quien ama a su hermano está en luz y no tendrá ningún tropiezo. El verdadero hijo de Dios anda en luz (transparencia) y se sujeta a Cristo como el Soberano Señor de su vida (obediencia y sumisión a sus mandamientos), por lo cual practica con su vida sus mandamientos, sobre todo el de “Que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros” Jn.13:34:35.RVC.

 

Juan enfatiza (1ªJn.3:14-15) que quien aborrece a su hermano aun no ha nacido de nuevo (pasado de muerte a vida) y que es también un homicida, es decir es un hijo del diablo, a quien Jesús llamó “homicida desde el principio y mentiroso” (Jn.8:44). Jesús nos enseñó que debemos amar a nuestros hermanos e incluso a nuestros enemigos (Mt.5:38-48), que debemos bendecirlos, orar por ellos y hacerles bien, que debemos ser hospitalarios, misericordiosos, compasivos y solidarios con todos aquellos que sufren  y ser el prójimo para ellos (Lc.10:33-37). El amor a los hermanos es la verdadera evidencia de ser genuinos discípulos de Jesucristo (Jn.13:35).

 

 

REFLEXION:

 

Jesús dijo que por sus frutos (Mt.7:16) se puede diferenciar y reconocer al que practica la verdad (el genuino hijo de Dios), y así mismo a los falsos (a los lobos disfrazados de ovejas). Este fruto es el ser transparente (andar en luz), obedecer y someterse a su palabra (guardar sus mandamientos) y amar a los hermanos, y al prójimo, incluso a los enemigos.

 

La primera persona a la que tenemos que auscultar y probar si es genuino es a la persona que aparece frente a nosotros al mirarnos al espejo, es decir debo examinar mi propia vida primero, si soy transparente e íntegro, vivo en obediencia y amo a mis hermanos. Luego debo evaluar a mis hermanos con estas tres premisas, pero no para juzgarlos (Mt.7:1-5), sino para restaurarlos y animarlos a ser genuinos cristianos (Gal.6:1-2; Hb.10:24).

 

Dios bendiga abundantemente sus vidas, adelante con Cristo. A Dios sea la gloria. Amén.

 

Pastor: Lcdo. Juan Carlos Ulloa M.

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23 noviembre 2010 2 23 /11 /noviembre /2010 18:18

  Vamos a analizar a la luz de la Palabra de Dios, dos principios esenciales en un verdadero líder, y para ello vamos a basarnos en el ejemplo del apóstol Pablo, y lo encontramos en su segunda carta a los Corintios, Cap.12:14-15:

 

 “He aquí, que por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, por que no busco lo vuestro, sino a vosotros; pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas; aunque amándoos más, sea amado menos”.

                                                                                 

 

A pesar de la ingrata actitud de la iglesia de Corinto, de su desprecio fuertemente manifiesto hacia Pablo de parte de muchos de ellos, quienes incluso ponían en duda su autoridad como apóstol, de su menosprecio por considerarlo como débil y poco sabio, y su deslealtad hacia quien era su padre en el evangelio, y buscaban seguir a los líderes de su antojo, y muchas otras cosas más, a pesar de todo esto, Pablo se mostró inquebrantable en su amor por ellos por quienes había dado todo, lágrimas, sufrimientos, desvelos, por quienes eran sus “hijitos en la fe”.

 

Hasta el final Pablo demostró su amor por ellos, y una actitud pastoral para corregir sus errores y sus conductas poco piadosas en la fe. Esto nos permite tomar a Pablo, después de Jesús, como un gran pastor y líder  de quien podemos aprender y tomar un modelo de liderazgo, con principios que sólo podemos encontrar en  los verdaderos líderes que han sido forjados al modelo de Cristo, vamos a analizar dos de estos, que encontramos en la cita de nuestro texto a tratar.

  

  • PRIMER PRINCIPIO: El principal objetivo de un líder es “su gente”:

                                                                                         

“Porque no busco lo vuestro, sino a vosotros”. Para un verdadero líder, con principios, su gente siempre ocupará el primer lugar, ellos serán su principal objetivo, todos sus propósitos buscarán alcanzar su felicidad, seguridad, su crecimiento y desarrollo, su bienestar, sus triunfos, guiándolos, consolándolos, motivándolos a triunfar en la vida; en todo , siempre ellos serán lo más importante.

 

Hoy en día hay cantidades de líderes, grupos y organizaciones, cuyo objetivo no es la gente, sino sus posesiones; líderes deshonestos que solo buscan saciarse a sí mismos, que utilizan toda clase de artimañas para explotarlos y despojarlos aun lo poco que poseen, sin importarles nada más que su satisfacción personal.

 

En Pablo encontramos que un líder es incluso como un “padre” que busca dejar un tesoro para sus hijos, con el cual ellos puedan triunfar  y subsistir en la vida: “pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos”. El mayor tesoro es el amor sembrado en el corazón, el ejemplo y los conocimientos que un líder imparte en su gente, “no solamente dándoles el pez, sino también enseñándoles a pescar”.

    

  • SEGUNDO PRINCIPIO: El verdadero líder se entrega por completo a su gente:

 

“Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aún yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas; aunque amándoos más, sea amado menos”.

                 

El mismo apóstol Pablo en su carta a los Filipenses nos exhorta a tener el mismo sentir que hubo en nuestro Señor Jesucristo, quien se despojó a sí mismo, y se entregó totalmente por todos nosotros. Pablo enseña que con todo placer él gastaría todo lo suyo, y aún el mismo se gastaría por amor de las almas de sus “hijos amados”, aún cuando al amarlos más, reciba la ingrata retribución de ser amado menos.

 

 Un verdadero líder entrega todo, y aún se entrega a sí mismo por su gente, y como nos enseñó nuestro Señor Jesús: “dar, sin esperar nada a cambio”; es una entrega de amor genuina y total.

 

Cuantos líderes hay actualmente que sólo piensan en que provecho sacar de su gente, solo se dedican a buscar que puede su gente hacer por ellos, ser reconocidos, aplaudidos y elogiados, si es posible arengándolos por lo que han descuidado hacer por él; insensibles a lo que su gente necesita o sufre, sin importarle de donde lo obtengan, mientras ellos estén satisfechos.

 

CONCLUSION:

 

 Es tiempo de forjarnos y forjar líderes que estén hechos al modelo de Cristo, con principios de la Palabra Dios; líderes que sean luminares en medio de una generación maligna y perversa; que asuman un liderazgo pastoral, que es lo que la gente de hoy necesita, en medio de un mundo lleno de angustias y turbaciones, donde muchos buscan la ayuda de un guía, que los encamine a una salida a sus problemas, el líder es ese guía, y Cristo es esa salida que debemos pregonar a la humanidad.

 

Es tiempo de asumir el compromiso de ser los líderes que Dios necesita, aquellos que sean un modelo a seguir, un modelo del prototipo inigualable que es nuestro Señor Jesucristo, quien nos entregó su propia vida por amor a nosotros, y nos dejó las huellas para que sigamos sus pisadas. El quiere líderes que guíen, consuelen, animen, capaciten y sean ejemplo de su grey, la cual compró con su propia sangre. Asumamos este compromiso, tomemos este llamado y esforcémonos en la obra que nos ha sido encomendada, nuestro galardón es grande y nuestra recompensa que viene del Señor, no tardará. Amén.

 

Pastor Juan C. Ulloa.

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29 septiembre 2010 3 29 /09 /septiembre /2010 16:45

 

I.                    PRINCIPIOS BÍBLICOS DEL TRABAJO

 

1.       Todas vuestras cosas sean hechas CON AMOR (1Corintios 16:14).

 

2.       Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS, dando gracias a Dios Padre por medio de Él. (Colosenses 3:17).

 

3.       Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, HACEDLO TODO PARA LA GLORIA DE DIOS (1Co.10:31).

 

4.       Y todo lo que hagáis, hacedlo DE CORAZÓN, como PARA EL SEÑOR y no para los hombres; sabiendo que del Señor  recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís (Col.3:23-24).

 

5.       Procurando hacer las cosas HONRADAMENTE, no sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres (tetimonio). (2Co.8:21).

 

6.       Nada hagáis por contienda o vanagloria, antes bien con HUMILDAD, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros (Filipenses 2:3-4).

 

7.       Pero hágase todo DECENTEMENTE y con ORDEN (1Co.14:40).

 

8.       No nos cansemos, pues, DE HACER EL BIEN; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, HAGAMOS BIEN A TODOS, y mayormente a los de la FAMILIA DE LA FE (Gal.6:9-10).

 

II.                  PRINCIPIOS PARA EL EMPLEADO (SIERVO) HACIA SU PATRONO O JEFE.

 

1.       Criados (empleados), estad SUJETOS CON TODO RESPETO a vuestros amos (jefes); no sólo a los buenos y afables, sino también a los DIFÍCILES DE SOPORTAR (1Pedro 2:18).

 

2.       Todos los que están bajo el yugo de esclavitud (o bajo un contrato de trabajo en la actualidad), tengan a sus amos (jefes o patronos) por DIGNOS DE TODO HONOR, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina. Y los que tienen AMOS (jefes) CREYENTES, no los tengan en menos por SER HERMANOS, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de SU BUEN SERVICIO. Esto enseña y exhorta (1Ti.6:1-2).

 

3.       Siervos(empleados), OBEDECED a vuestros amos (jefes) terrenales con TEMOR y TEMBLOR, con SENCILLEZ de vuestro corazón, COMO A CRISTO; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres (cepillos), sino como SIERVOS DE CRISTO, de CORAZÓN haciendo la voluntad de Dios, sirviendo de BUENA VOLUNTAD, COMO AL SEÑOR y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, se siervo o sea libre  (Efesios.6:5-8).

 

4.       Exhorta a los siervos (empleados) que se sujeten a sus amos (patronos), que agraden en todo, que NO SEAN RESPONDONES; no defraudando, sino mostrándose FIELES EN TODO, para que en todo ADORNEN LA DOCTRINA de Dios nuestro Salvador (Tito 2:9-10).

 

III.               PRINCIPIOS DEL JEFE O PATRONO HACIA SUS EMPLEADOS.

 

1.       Amos (jefes o patronos), haced lo que es JUSTO y RECTO con vuestros siervos (empleados), sabiendo que también vosotros tenéis un AMO  en los cielos (Col.4:1).

 

2.       Y vosotros amos (jefes o patronos), haced con ellos lo mismo, DEJANDO LAS AMENAZAS, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que  para Él no hay acepción de personas (Ef.6:9).

 

Tomada de la versión Reina Valera 1960. Paréntesis y palabras resaltadas por el autor.

Pastor Juan Carlos Ulloa - Iglesia Bautista "las Acacias".(Guayaquil-Ecuador).

 

 

 

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20 septiembre 2010 1 20 /09 /septiembre /2010 19:32

LUCAS 15:11-32.

 

POR: PASTOR JUAN CARLOS ULLOA M.

 

Ante la murmuración de los escribas y fariseos en contra de Jesús, porque hablaba con los publicanos y pecadores, comía con ellos y les enseñaba, el Señor comienza a relatar una serie  de parábolas, cuyas enseñanzas mostraban la conducta errada de los fariseos y escribas en su trato y relación con la gente pecadora, quienes necesitaban ser guiados a la luz de la verdad, conducidos al camino correcto para acercarse a Dios y ser restaurados de su precaria condición. Y esta era precisamente el trabajo que debían realizar los fariseos y escribas, como conocedores de la Palabra de Dios, sin embargo ellos los rechazaban, discriminaban y marginaban como a gente perdida y sin esperanza. Entonces el Señor los reprocha duramente por medio de las enseñanzas que venían implícitas en Sus parábolas. Una de esas parábolas es la del hijo pródigo, que la encontramos en el Evangelio de Lucas 15:11-32.

 

En esta parábola Jesús narra la historia de un padre y sus dos hijos. En estos tres personajes encontraremos una maravillosa y profunda enseñanza implícita en la narración de Jesús; y la analizaremos individualmente en cada personaje, ya que cada uno de ellos representa una realidad espiritual que Jesús se propuso mostrar tanto a los fariseos y escribas que murmuraban contra Él, así como los publicanos y pecadores que tenían un corazón dispuesto y sedientos de la Palabra de esperanza que les traía el Maestro, en las cuales nosotros también encontraremos una maravillosa enseñanza para nuestras vidas.

 

 

1.      El Bueno.

 

Es como podemos catalogar a este padre abnegado y amoroso, que muestra un verdadero e incondicional amor por sus hijos, pues ante la atrevida y descabellada propuesta y petición de su hijo menor, no le negó lo que este pedía, aunque esa actitud tan insensata le hería en lo más profundo de su corazón. Esta era una petición escandalosa que equivalía a desear la muerte de su padre, ya que mientras vivía sus hijos no podían recibir y disfrutar de su futura herencia, sin embargo el padre no le negó nada y le repartió la parte que le correspondía.

 

 

Este maravilloso padre siempre estaba con ese gran dolor en su corazón, al ver a su hijo tomar todo lo que recibió y abandonarlo yéndose lejos. Este padre bueno sabía que la actitud poco sabia, es más, insensata y necia de su hijo lo llevaría a la ruina, por lo tanto la preocupación le entristecía en su corazón todos los días. La esperanza de que algún día pudiera volver le mantenía cada día mirando atentamente hacia el horizonte, deseando que su amado hijo apareciera.

 

 Y así fue, la sabiduría del padre de las consecuencias de llevar una vida insensata y rebelde no le falló, a lo lejos vio a su hijo regresar por donde se había marchado. Venía derrotado, sucio, fracasado, con sólo la vergüenza y el dolor de su amarga experiencia. Al verlo, su corazón empezó a latir más fuerte, y al reconocerlo a lo lejos corrió hacia su hijo, movido a misericordia le abrazó y besó, no le importó el discurso de arrepentimiento que su hijo traía preparado, lo interrumpió lleno de gozo y empezó a ordenar que lo atendieran, lo vistieran, le puso un anillo en su dedo, que lo reconocía como su hijo y heredero, y le preparó un gran banquete regocijado de que su hijo estaba vivo, porque ya muerto, jamás lo hubiera recuperado. Lo que haya hecho o lo que había perdido no valía lo que estar con vida vale para un padre lleno de amor por el ser amado que lleva su propia sangre.

 

 

2.      El Malo.

 

Es como podríamos llamar a este joven osado y aventurero, que ante el vigor de su juventud desafía a la vida y el rumbo que esta traza que todos debemos seguir, aunque eso implica respetar el curso del tiempo. Pero a los jóvenes no les gusta esperar y con ansias quieren lanzarse al futuro, a lo desafiante y desconocido, a lo peligroso y extremo; sin comprender que pueden estar menospreciando lo verdaderamente valioso y que lo tienen a su alrededor, o lastimando el corazón de quienes velan por asegurarles un mejor futuro, como lo son nuestros amados padres.

 

Y así, este osado hijo pide a su padre su herencia. Una petición que desafiaba al tiempo, a su época, a la autoridad y a las reglas de la vida. Tomando todo lo que su amoroso padre le entregó en sus manos, se enrumba en busca de “libertad”, la diversión y la buena vida, sin importarle lo que dejaba atrás, su casa, su familia, el abnegado e incondicional amor de sus padres, la verdadera herencia y regalo que nos dio nuestro Dios, quienes quedaban con sus corazones rotos y sus ojos llenos de lágrimas por la ingrata actitud de su joven hijo.

 

Pero la vida es ingrata cuando tomamos el camino equivocado, y así, nada en este mundo perdura, cuando se acaba el dinero o las posesiones, se acaban también los amigos, los placeres, y todo lo que sólo con el dinero se puede adquirir; y es sólo hasta entonces cuando entendemos que estamos solos, que en esta vida nada se obtiene gratis, que todo tiene un precio y que lo que sembramos cosecharemos. Este terco hijo tuvo que aprender todo esto en la amarga escuela de la experiencia, pues desechó la valiosa sabiduría de sus ancianos padres.

 

En medio de la más grande miseria, con una vida degradada y estropeada por la pobreza y la soledad, un rayo de luz iluminó su corazón y reconoce que no había lugar más seguro que a la sombra de su padre, allí tenía abundante amor y todo lo que podía desear para ser realmente feliz. Reconoce su condición y toma la sabia decisión de volver a casa, pues allí albergaba la esperanza de encontrar por lo menos un bocado de pan. Y no se equivocó, encontró no sólo un bocado de pan, sino todo lo que le pertenecía como hijo, y no cualquier hijo, sino para su padre, el hijo que siempre había estado esperando lleno de incondicional amor, compasión, ternura y perdón.

 

 

3.      El Falso.

 

Esa era la actitud verdadera del corazón de este hijo mayor, quien saca a relucir sus verdaderos sentimientos contra su padre y su hermano. Al parecer él era igual y hasta peor que su hermano. Si no se había ido de la casa reclamando su herencia como lo hizo su hermano menor era porque como hijo primogénito le correspondía heredar el doble y hasta todo lo que su padre dejaría al morir.

 

El servicio que brindaba a su padre era condicionado, pues siempre estaba a la espera de que su padre le diera algo de lo que algún día sería suyo, para compartirlo con sus “amigos”. En su simulado respeto no se atrevía a pedírselo o tomarlo, por lo cual albergaba raíces de amargura por no recibir lo que por dentro esperaba que su padre le diera, y esto lo saca a relucir al reclamarlo por la fiesta que organizó a su hermano menor, quien para él solo era un fracasado y perdido.

 

Siempre estaba a la espera de recibir un reconocimiento y ser recompensado por lo que tenía que hacer por su padre, pues estaba confinado a permanecer a su lado hasta que este muriera, pues sólo entonces podría disfrutar de toda la herencia. Ahora que su hermano había regresado no soportaba la idea de que su herencia sea disminuida o mermada por alguna parte que su padre pudiera dar a su hermano que acababa de volver, quien ya no tenía nada de lo qua ya había recibido, le amargaba y enardecía que su padre le diera otra porción de la heredad.

 

La ira y maldad contra su hermano no lo puede esconder y hasta lo llama ese “hijo tuyo” en vez de reconocerlo como su propio hermano. Su malvado corazón no siente ni la más remota alegría de que haya regresado con vida su hermano de su propia sangre, ni siquiera quiere compartir el gozo de su amoroso padre, quien tanto tiempo cargó ese dolor y vacío de la partida de su hijo. Es la clara evidencia de un corazón falso y endurecido, que amaba por conveniencia, y para quien la misma presencia de su padre ya se convertía en un estorbo para empezar a disfrutar de su toda su herencia. Sin reconocer todo el esfuerzo con el que un padre construye y edifica una heredad para que en el futuro sus hijos jamás pasen necesidad y tengan donde pasar sus vidas con su familia.

 

 

APLICACIÓN.

 

ü  El bueno no es otro que nuestro amoroso Padre Dios, quien siempre nos ama y vela por nosotros, a pesar de alejarnos de Él y darle la espalda a Su gran bondad y amor. Él nunca nos olvida aunque le causamos ese gran dolor en su corazón por nuestra rebeldía y soberbia; Él siempre nos ama y nos muestra su fidelidad, siempre esperándonos con Sus brazos abiertos, mirando a lo lejos nuestro regreso, y preparándonos un gran banquete para recibirnos, ofreciéndonos perdón total e incondicional, abundante gracia y misericordia sin fin.

 

Ø  El malo representa a toda la humanidad, quienes hemos escogido nuestros propios caminos y hemos decidido vivir lejos de Dios, rechazando Su bondad y amor, desconociendo Su autoridad y soberanía, y lastimando cada momento su corazón con nuestras rebeliones y pecados. Obteniendo como resultado, una vida de miseria y fracaso, envueltos en la inmundicia de este mundo, comiendo de la sucia comida de los cerdos (placeres y deleites temporales del pecado), y con una vida degradada y esclava del diablo. Más cuando levantamos nuestros ojos al cielo y reconocemos que no hay mejor lugar que al abrigo de nuestro Padre y Altísimo Dios, y regresamos a su casa con un corazón contrito y humillado, entonces podemos disfrutar del banquete de perdón y restauración que Él nos tiene preparado por medio del sacrificio de su amado Hijo Jesucristo, con quien somos coherederos de todas las glorias venideras (Romanos 8:17).

 

Ú  El Falso, es todo religioso, quien confiado en su religión y en sus propias obras, desprecia al pecador que viene a Dios en busca de Su amor. Este religioso está cerca del Padre, pero no por un verdadero amor, sino por conveniencia o compromiso, porque sabe que se puede disfrutar de las bendiciones de vivir en la casa del Padre, y por conveniencia de no ir al infierno; aunque le estorba llevar esta vida sin poder gozar de los placeres del mundo por estar entre la familia de Dios. Todo lo que hace es sólo simulación e hipocresía, pues odia a sus hermanos que han caído en la desgracia del pecado y los desprecia, es incapaz de brindarles la mano y no soporta que reciban el perdón y la restauración absoluta que ofrece la gracia redentora en la sangre de Cristo y el amor de un Padre lleno de misericordia y compasión. Todo religioso que menosprecia y no ama a su hermano no ha nacido de nuevo (1Juan 3:14-15) y es un homicida, realmente es un hijo del diablo, ya que él es un homicida (Juan 8:34). El verdadero hijo de Dios ha sido sellado por el Espíritu Santo (Efesios 1:13), tiene el Espíritu de Cristo (Romanos 8:9), por lo cual tiene el fruto del Espíritu que es amor (Gálatas 5:22), por lo cual el amor de Cristo nos constriñe (2Corintios 5:14), y amamos así como Dios nos amó (1Jn.4:11) a todos los hermanos (incluidos los hermanos convertidos que han caído en la desgracia del pecado (Romanos 14:15), y aquella humanidad por la cual Cristo murió (2Co.5:15). Y eso no es religiosidad, sino el Reino de Dios. Amén. 

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30 agosto 2010 1 30 /08 /agosto /2010 20:22

 

         Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.

         Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios.

         Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.

         No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias y toda forma de malicia. (Col.4:29-31; 5:3-4).NVI.

         Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.             (Mt.12:36-37)RV.

 

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